Recuerdos en la maleta... de Bruselas

Me he ido a Bruselas fieles míos. Alguien me preguntó que por qué Bruselas y no otra ciudad. Hombre, la razón principal, es la económica, porque encontar un ofertón de 30 euros ida y vuelta a la capital europea no es moco de pavo. Además, aunque ya me habían avisado que el Manneken Pis es minúsculo, y que más allá de la Grand Place no hay mucho más, ir a Bruselas te permite descubrir otras ciudades cercanas que, sin duda, merecen muchísimo la pena.

En efecto, el Manneken Pis es caquita, mira que te avisan que es pequeño, pero no me esperaba que tanto. La figurita tiene su historia y su leyenda (un niño que apagó un fuego meando…) pero desde luego, si no es por los turistas que se arremolinan a su alrededor, es muy fácil que te lo saltes sin verlo. La Grand Place es imponente, cuando llegas no sabes donde mirar. Alrededor de la Gran Place, algunas calles llenas de tiendas, restaurantes y cierto encanto… y realmente poco más. Bruselas es una ciudad para vivir, pero quizás no tanto para visitar, distando mucho de un gran destino turístico (que lo es).
Pero amigos, como dije, Bruselas está cerquita, y bien comunicada, de Brujas, Gante y Anberes. Y oh queridos míos, son 3 joyitas de ciudades, sobretodo la primera, un auténtico pueblo de cuento. Muy muy recomendable.
Si te gusta el chocolate, la cerveza y los mejillones, preparate a llenar el buche, porque allí abundan. Me he puesto ciego de chocolate… ays… que rico. Los mejillones no son mi fuerte, pero no se puede uno ir de allí sin comer “Moulés au frites”, que no es otra cosa que mejillones con patatas fritas. ¡¡Buenísimos!!
Y cuando uno sale fuera, se da cuenta que vivir en Madrid es caro de narices. Me gusta comparar los precios cuando voy fuera. Resulta obvio que los sueldos europeos son superiores a los españoles, y Bélgica no es una excepción. Pues bien, allí te tomas una cerveza por 2 euros y una cocacola por 1.90 en el bar de moda de la ciudad. En Madrid de 6 euros para arriba. Allí, te tomas un Menu McDonalds por lo mismo que en España, del mismo modo que compras la ropa al mismo precio que aquí. Y las autopistas no tienen ni un sólo peaje. ¡Y alquilas una bici por 1.50 una semana! Increíble.
Como se suele decir en estos casos, ha sido breve, pero como dice la madre de mi amiga Ana, “lo que se lleva la retina ¿qué?”.

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