Viajar a Francia: Ruta en coche por Bretaña y Normandía

He de confesar que tengo una cierta predilección por nuestro país vecino, Francia. Además de París, tengo la suerte de conocer gran parte del país, ya que viví un tiempo en el sur de Francia y, además, hace unos años hice la ruta del Loira. Nos quedaban algunos rincones por descubrir, y por eso decidimos, el pasado verano, realizar un extenso recorrido por Bretaña y Normandía, dos de las áreas más conocidas y turísticas de Francia. 

El viaje lo planteamos con París como destino inicial y final. Allí llegamos con un vuelo de Air Europa y desde allí comenzamos la ruta alquilando un coche. Si estás pensando en realizar una ruta similar, has de saber que se puede hacer casi en cualquier transporte, incluso en bicicleta, pero nosotros optamos por el coche por tener un poquito de independencia en cuanto a los horarios, y hasta un pelín más de comodidad por las maletas. Hicimos el viaje en un coche pequeño, con suficiente espacio para dos personas y dos maletas. 


Rouen
Para plantearnos las ruta, establecimos unas paradas estratégicas en las ciudades más importantes: Rouen, Caen, Le Mont Saint Michel, Rennes, Vannes, Nantes, Angers y Chartres. En cada una de estas ciudades pasamos una noche, y nos sirvieron, además de para conocerlas, como lugar central para conocer otros pueblos de interés. Ninguna de las rutas supuso más de 2-3 horas en coche. Quise plantearlo así para que tampoco fuera una gran paliza en carretera.

En todas estas ciudades merece la pena parar y pasearlas, aunque Rouen, Nantes y Angers se llevan la palma en cuanto a belleza. Caen, Rennes y Vannes, las más prescindibles. He leído en algún sitio que cuando llegas a la tercera ciudad ya estás cansado de ver casitas de colores con vigas de madera... bueno, yo no sentí eso, porque si bien es cierto que es el paisaje predominante, en cada lugar vas a encontrar más incentivos. 


Le Mont Saint-Michel
Mención especial merece Le Mont Saint Michel, sin duda uno de los lugares más espectaculares que pudimos visitar. Es imponente, y viajar en coche y que a más de 30 kilómetros ya veas su silueta, es brutal. Cuando lleguéis, tendréis que dejar el coche aparcado en la costa, y allí coger el bus gratuito que os lleva a la entrada del complejo. Le Mont Saint Michel es mucho más que una Abadía. Nada más bajarte del autobús, entrarás en una ciudad amurallada en la que viajarás varios siglos atrás. Si habéis leído que siempre hay mucha gente, es cierto, aquello parece la calle Preciados en Navidad. Pero merece la pena. Si coméis allí, debéis probar la típica tortilla del Mont Saint Michel, ¡Muy rica!. Le Mont Saint Michel es una de las principales atracciones turísticas de Francia, por ello, hay incluso excursiones diarias desde París


Honfleur
Respecto a las paradas intermedias, os cuento. De camino a Rouen, primera parada de la ruta, paramos en Vernon, Giverny, Les Andelys y Lyons la Foret. Camino a Caen, lo hicimos en Jumiéges, Le Havre (muy bonito por ver la playa y la desembocadura del río Sena) y Honfleur (Visita obligada, precioso). 

De nuevo hago un paréntesis en la ruta que seguimos camino a Le Mont Saint Michel. Aquel día era el escogido para revivir el Desembarco de Normandía. En este sentido, hay que visitar la playa de Arromanches, en donde podréis ver los restos de las naves que llegaron aquel día a la orilla; Longues sur mer, que guarda cañones de entonces y Colleville-sur-Mer, con el famoso cementerio de "Salvar al Soldado Ryan" como principal reclamo. Visitar estos lugares te trasladará sí o sí a aquel 6 de junio de 1944 gracias al ambiente, el sentimiento, la energía que allí se respira... Sin duda, visitar las playas de Normandía es una excursión que debes hacer.




Volviendo a la ruta, y ya rumbo a Rennes, visitamos la preciosa ciudad Saint Maló y la no menos bonita Fougeres. En este sentido, y ya situados en Rennes he de deciros que improvisamos un cambio de ruta. Pensábamos llegar hasta el extremo del país, en Briest. El camino era largo y sospechábamos que lo que nos esperaba no merecía tanto la pena. Una amable dueña de uno de los hoteles donde nos alojamos nos confirmó que, efectivamente, no tenía nada reseñable. De modo que optamos por ahorrarnos esos muchos kilómetros y ajustar la ruta, viajando directamente hacia Vannes, en cuyos alrededores conocimos Carnac, famosa por los alineamientos megalíticos del mismo nombre y que, de nuevo, hay que visitar. Llegados a este punto, merece la pena visitar Quiberon, con unas estupendas playas y, sobretodo, un gran camino en el que prácticamente estaréis en una carretera rodeada a ambos lados por mar. Nosotros non teníamos tiempo, pero desde Quiberon salían unas excursiones en barco muy apetecibles a las islas cercanas. Si vais, y tenéis tiempo y opción, la cosa pintaba muy bien.


Booking.com
Carnac
Antes de alejarme más de Rennes, en sus alrededores tenéis el Bosque de Broceilande, o lo que es lo mismo, el de la leyenda del Rey Arturo. Visitar el bosque con sus árboles milenarios es suficientemente interesante porque es precioso, pero si encima puedes ver la tumba de Merlín, el valle sin retorno de Morgana o la casa del Hada Viviana, como que suena mejor ¿Verdad?. Aviso: esto no es un parque temático en el que encuentres todo cerca, es un bosque kilométricos, en el que tendrás que recorrer muchas distancias en coche y otras tantas en rutas senderistas.


Bosque del Rey Arturo
¿Es caro hacer esta ruta? Entre pitos, flautas y paradas de inicio y final en París, pues hombre, dinero nos gastamos, pero menos de lo esperado. Nuestro alojamiento en todas las ciudades consistió en hoteles Ibis y en Chambres d'Hote. Respecto a los Ibis, son la marca económica del grupo Accor, y son una apuesta segura si busca un hotel limpio, económico y en el que no te lleves ninguna sorpresa desagradable. En Francia hay casi tantos Ibis como McDonalds, de modo que raro es ir a una ciudad y no encontrar uno. La otra opción, Chambres d'Hote, es quizás más auténtica. Básicamente es dormir en habitaciones aclimatadas dentro de casas habitadas por sus dueños. En nuestro caso lo hicimos en Le Mont Saint-Michel, en un estupendo alojamiento llamado "La Jacotière" en donde, además de tratarnos de lujo y darnos un estupendo desayuno, podías levantarte con unas impagables vistas del monte. La otra Chambre d'Hote fue "Couette et Café Crème", en Chartres. Su dueña Marie-Christine, es adorable, y hasta te regala su mermelada casera cuando abandonas el alojamiento. Dormir en Chambres d'Hote es más económico que en hoteles.


Nantes
Lo más caro fue alquilar el coche, pero no tanto mantenerlo. Acostumbrados a los precios de la gasolina en España, allí nos pareció hasta barata. Y dado que casi todas las rutas incluían paradas en pueblos, apenas utilizamos vías de peajes.


A modo general, os diré que la ruta es increíble. Mucha gente que sabe que también he viajado al Loira me ha preguntado que con cuál me quedo... Y es complicado decidir. Si bien el Loira quizás es más espectacular en el sentido de que la mezcla de castillos, río, montañas, etc suelen dar unos paisajes de cuento únicos, lo cierto es que recorrer la Bretaña y Normandía os va a asegurar conocer muchas cosas distintas: castillos, catedrales, cementerios, bosques, ruinas prehistóricas, playas, acantilados... En todo caso, hay incluso combinaciones en las que puedes ver un poco de las dos rutas juntas.


Le Havre
No quisiera terminar el post sin agradecer la atención que vía mail y vía facebook recibí de la Oficina de Turismo de Francia en España, dándome toda la información que les pedí así como mapas de la zona. ¡Merci!

Si te ha gustado este post, hazte fan de Un Mapa en La Maleta en facebook y mira nuestras fotos viajeras en Instagram!!




Todo lo que necesitas para tu viaje de Jose Manuel Antoral Cuevas

Comentarios