Escrito originalmente para Diario del Viajero
Normalmente, cuando uno se prepara una escapada a Praga, lo hace pensando en pasar entre 3 y 5 días en la ciudad. Si es tu caso, has de saber que, si te organizas, puede darte tiempo a hacer alguna excursión cercana, y el castillo de Karlstejn es una maravillosa opción.
Karlstejn se encuentra a sólo 32 kilómetros de la ciudad, y bien comunicada tanto si vas en coche como si decides ir en tren. Es una visita muy recomedable porque encontrarás un castillo mediaeval que el emperador Carlos IV mandó construir en 1.348. En todo caso observaréis elementos góticos y renacentistas debido a varias remodelaciones que el castillo ha tenido a lo largo de su historia.
Y no te preocupes por llevar mapa, porque el castillo no tiene pérdida, ya que se presenta imponente en lo alto de la montaña, como vigilando todo el pueblo, y ofreciendo un paisaje de auténtico cuento.
Eso sí, conviene avisar: al castillo sólo puedes llegar tras una "ligera" caminata de media hora, que además es cuesta arriba, por lo que probablemente llegues algo cansadito arriba si no eres muy aficionado a caminar. ¡Pero merece la pena!
Además, durante el camino podrás ir viendo el pueblo, que no es que sea gran cosa pero tiene el encanto de un pueblo de montaña que ha crecido, claramante, a la sombra del castillo.
El castillo está abierto todos los días de 9 de la mañana a 18:30 de la tarde durante el verano, y si prefieres ahorrar un poco de tiempo, puedes comprar online tu ticket para llegar a tiro hecho. En la temporada baja, de noviembre a febrero, sólo abre los fines de semana.
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