Conociendo La Casa Grande Fuertescusa en la Serranía de Cuenca

El pasado fin de semana, gracias a TusCasasRurales.com, pude disfrutar en pareja de una magnífica estancia en La Casa Grande Fuertescusa, uno de los alojamientos rurales que dicha web ofrece a sus clientes.

La Casa Gran Fuertescusa se encuentra situada en el pueblo del mismo nombre, Fuertescusa, en un entorno privilegiado, la Serranía de Cuenca, que a los que escapamos de vez en cuando de la rutina y vorágina de la gran ciudad nos parece una delicia.

Porque Fuertescusa se encuentra en un paraje natural de una belleza inigualable que, en mi caso, pude disfrutar, además, nevado... ¡Preciosa estampa! Ya apuntaba maneras el camino cuando pasamos por la Boca del infierno, pequeñas aberturas en la montaña por donde atraviesa la carretera.

Los amantes del senderismo, la aventura y la naturaleza podéis apuntar este alojamiento como un destino seguro, porque os encontraréis en un punto de acceso a multitud de actividades y visitas en Hoz de Beteta, Alto tajo, Osquillo, el Estrecho de Priego... e incluso disfrutar de la ruta del mimbre de la zona. Yo no lo pillé en época, pero nos comentaron que en otoño, con todo el mimbre rojo, aquello parece un auténtico mar de color.

Y no dejéis de dar un paseo por la encantadora Fuertescusa. En invierno no son más de 40 habitantes, pero su población crece hasta los 500 en verano. Sus empinadas calles, su iglesia, sus dos bares y las maravillosas vistas desde casi cualquier lugar te van a seducir.

El tiempo no nos acompañó demasiado como para hacer grandes excursiones, pero tratándose de la Casa Grande Fuertescusa, poco importó, porque el alojamiento dispone de todo lo necesario para hacer que la estancia sea magnífica. Con el encanto de cualquier alojamiento rural, aquí encontraréis habitaciones amplias y limpias, con televisión, baño completo, wifi en zonas comunes, una pequeña terraza en cada habitación... Y abajo, un auténtico lugar ideal para socializar con otros huéspedes... ¡Ese comedor con chimenea es para quedarse a vivir!

Además del gran salón (detrás del cuál hay una cocina para los que deciden alquilar la casa rural completa), hay una cafetería con billar y futbolín y una sala llena de folletos de la provincia para que puedas completar tu visita con la mejor información.

He de agradecer el buen trato que recibimos por parte de Yolanda y su familia, los dueños de la casa, que nos hicieron sentir como en casa. Ah, y no nos dejaron pasar hambre, porque aquí, además de todo, se come. Y se come bien, en cantidad y muy barato. Desde mi estancia allí... echo de menos los desayunos de Gloria con pan tostado al momento y un tomate casero de chuparse los dedos.