Bangkok: Cómo llegar y qué ver en la capital de Tailandia

Con todas las preguntas realizadas en mi mente, y con todos los preparativos ya finalizados, es el momento de empezar nuestro viaje a Tailandia. Hoy os cuento la primera de las paradas: Bangkok.


¿Cómo llegar al centro de Bangkok desde el Aeropuerto?

Bangkok tiene dos aeropuertos. Uno "doméstico", Don Muang, que usé para mis posteriores vuelos internos, y el internacional, Suvarnabhumi, que es al que llegué y desde el que salí para volver a España (Vía Helsinki con Finnair).

El traslado de Suvarnabhumi al centro es muy sencillo, gracias al Airport Rail Link, un tren elevado que funciona desde las 6 de la mañana hasta las 00:00 y que enlaza con la estación Phaya Thai, ya en el centro de la ciudad, y en la cual ya podrás coger el skytrain o bajarte y aventurarte con tus primeros tuk tuk o taxis. El precio en los transportes de Bangkok depende del orígen y destino, pero desde el aeropuerto a Phaya Thai son 45 bath (1,20€). Si optáis por el taxi (cosa que hice a la vuelta), serán unos 500 bath (12€) (variará entre 400 y 500 dependiendo de vuestro orígen).

Ya que hablamos de aeropuertos y de Bangkok, y dado que también usé el otro aeropuerto, Don Mueang, el traslado desde el centro al mismo en taxi cuesta entre 350 y 500 bath igualmente. En este caso, la mejor opción de transporte es coger los buses express que en unos 20-30 minutos te dejarán en estaciones de metro y skytrain como Mo Chit o Chatuchak, o, en el caso de la línea A3, te puede dejar en Lumpini Park (pero el tráfico de Bangkok puede hacer que esta opción sea menos recomendable). El precio varía entre 30 y 50 bath.



En términos de aeropuertos, también un bus que enlaza ambos.

¿Qué me voy a encontrar en Bangkok?

La llegada a Bangkok puede resultar un poco chocante. Lo primero que vas a ver en la ciudad son coches, muchos coches, motos, muchas motos, mucho tráfico... y una sensación de que no vas a poder cruzar la carretera sin morir atropellado (algo que podrás evitar con valentía, paciencia y mucho ojo). La primera sensación que tuve fue que era una ciudad caótica, desordenada... aunque a medida que pasaron los días allí vi que en su desorden hay orden. Por alguna extraña razón que quizás a nosotros nos choca, allí todo fluye... aunque a nuestros ojos nos parezca un jaleo monumental.



El siguiente choque probablemente lo vivas al ver la cantidad de puestos callejeros de comida que vas a encontrar. Son maravillosos, se come divino y muy barato, pero no deja de sorprender lo mucho que trabajan los que tienen esos puestos y verles en condiciones, digamos, regulares: con calor, siempre con su ventilador cerca, con cuestionables condiciones higiénicas (pero OJO, la comida está impecable)... y viendo cómo incluso ejecutivos usan estos puestos y se sientan en pequeñas mesitas de plástico en su tiempo de comida.

Y el tercer choque yo lo viví con los contrastes tan grandes que se ven en la ciudad. Tan pronto verás un rascacielos, como una casa humilde e incluso una chabola.

¿Qué ver y hacer en Bangkok?

En esta ciudad no te vas a aburrir. Entre templos, museos, centros comerciales, mercados callejeros... siempre hay algo que puedas hacer. Va a depender mucho de tu tiempo y gustos, pero te dejo una lista de las cosas que para mi fueron imprescindibles.

Gran Palacio de Bangkok, Wat Pho y Wat Arun

Esta sería una buena selección para ver una muestra de los templos y cultura de Bangkok. El Gran Palacio es la joya de la corona, y eso se nota ya en cuanto llegas. Me habían dicho que estaba masificado de turistas y, en efecto, así es. Conviene llegar pronto para evitar colas posteriores. Yo llegué a media mañana y, si bien no esperé colas, sí que tuve que pasar un amplio dispositivo de camino "guiado". El precio son 500 bath, de lo más caro que he visitado en Tailandia, pero merece la pena. En cuanto entras te ves "atrapado" por figuras, pinturas, elementos dorados... No vas sa saber dónde mirar.



Al lado del Gran Palacio se encuentra el Wat Pho, el templo del Buda tumbado. De nuevo, es impresionante verlo. Hay turistas, pero no está tan masificado como el Gran Palacio, y podrás incluso posar delante del Buda. El complejo donde se encuentra no es pequeño, y en él hay varios templetes que merece la pena recorrer.

Al otro lado del río se encuentra el Wat Arun, otros de los templos destacados de Bangkok y que también merece una visita. Puedes cruzar el río en taxi-boat y en el barco que sale del muelle haciendo justo el recorrido Gran Palacio-Wat Arun.



En este sentido conviene hablar de otro de los elementos imprescindibles en Bangkok: el río Chao Phraya. Y digo imprescindible porque coger uno de los barcos turísticos que recorre el río de arriba a abajo es bastante agradable y una forma muy buena de ver una parte de los barrios de la ciudad, ya que pasa por las zonas más modernas, por Chinatown, por el Gran Palacio... y por Asiatique, otra de las visitas que os recomiendo. Si quieres, también puedes cenar en un crucero por este río.

Asiatique es un centro comercial y de ocio al aire libre que se encuentra en la parte sur de la ciudad. Se llega por barco. Desde el muelle Sathorn Pier (accesible desde la parada de Skytrain Sathorn) sale un ferry gratuito que lleva al centro comercial en un paseo de unos 5-10 minutos. El paseo en sí ya es agradable, porque vas a ver parte del skyline nocturno de Bangkok. Una vez en Asiatique, vas a poder disfrutar de un montón de tiendas, restaurantes, street food (algo más caro que los puestos de comida de otras zonas de la ciudad, pero nada alarmante), conciertos callejeros e incluso una noria.



Vivir la noche de Bangkok es otro imprescindible. Una de las cosas que más me llamó la atención es que en muchos rincones de la ciudad, montan un mercado callejero para que los turistas compren y regateen sus productos de recuerdo (y las imitaciones) y, por supuesto, coman. Uno de los más característicos es el Patpong Night Market, curioso no tanto por lo que ofrece (al final os daréis cuenta que todos los mercados son muy similares en cuanto a productos y precios), si no por dónde está; la calle donde más locales hay de shows de chicas. Yo no entré a ninguno, no soy el público de esos locales ni me interesaba fomentar algo que no me gustó: se veían a chicas muy jóvenes, diría que hasta menores de edad, en un negocio que, no se yo, se me antojó un poco turbio. Pero bueno, no deja de ser curioso que mientras estás intentando comprar un polo, te venga un relaciones público a ofrecerte entrar a un show de chicas "pong". En efecto, además de bailar con poca ropa, estas chicas tiran pelotas de ping pong con sus partes. Por lejanía con mi hotel, y pereza de negociar con un tuk tuk, no fui a Khao San Road, la calle de mochileros por excelencia y llena de tiendas, restaurantes, locales de masajes, hoteles... Me hice una idea viendo lo que había en Silom, el barrio que rodea el Patpong Night Market, compuesto por varias calles llenas de mucha vida.



Si te gusta ver las ciudades desde las alturas, tienes que visitar el Baiyoke Sky Hotel. Se trata del hotel más alto del sudeste asiático. Se puede subir sólo al mirador, o aprovechar el pack "cena + mirador". Se trata de una cena buffet "en las alturas", donde vas a poder comer a voluntad un montón de cosas mientras ves unas vistas impresionantes de la ciudad. La cena no fue la mejor de mi viaje (un buffet raramente lo es), ni tampoco la más barata, pero por la cantidad que comí y la experiencia de las vistas, merece la pena. Si te apetece probarlo, puedes llevarte la cena reservada desde tu país con antelación en esta web. Con el ticket de la cena, una vez termines, podrás subir al mirador 360º donde podrás ver TODA la ciudad iluminada y alguna sorpresita... como un Spiderman ;).

Ir a los centros comerciales de Bangkok es otra de las experiencias que todo el mundo recomienda. Los hay de imitaciones, de artículos de lujo, "normales"... Como a mi lo de meterme en un centro comercial tampoco es que me apasione, elegí el MBK, el más conocido y el de las imitaciones por excelencia. Son 8 plantas con más de 2.000 tiendas. No pretendas verlas todas...



Una de las visitas que más me gustó de la ciudad fue la casa de Jim Thompson, que además está muy cerca del MBK de modo que puedes aprovechar y visitar las dos en una misma mañana. Se trata de una casa tradicional en la que vivió Jim Thompson, un empresario americano que consiguió hacer famosa la seda tailandesa. En la visita, que es guiada sí o sí, conocerás cada estancia de la casa, objetos personales del empresario, la historia del mismo... y curiosidades sobre la seda y su fabricación. Es una visita preciosa que merece mucho la pena.



¿Dónde dormir? La oferta es amplia y para todos los gustos, pero debo recomendar el hotel en el que yo me alojé: Hotel Grand Sathorn.
Booking.com

Bangkok suele ser un punto central para aprovechar a hacer alguna que otra excursión. Pero eso, os lo cuento en otro post ;).

Podéis ver más fotos en las historias destacadas de mi Instagram: @antoralgram.



 

Todo lo que necesitas para tu viaje de Jose Manuel Antoral Cuevas

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