Qué ver en Sepúlveda, la villa que asoma a las Hoces del Río Duratón


Me encanta viajar. Eso es algo que ya sabéis. Generalmente me gusta llenar mi maleta (siempre de mano, algún día os contaré el motivo...) y cogerme un tren o un avión y salir bien lejos. Pero también disfruto con el turismo más cercano. Porque en España tenemos ciudades y pueblos que merecen ser descubiertos. Y en Madrid tenemos la suerte de tener cerca varios de esos lugares que te trasladan a otra época.

Uno de ellos es Sepúlveda, un pueblo segoviano situado a 119 km de Madrid al que podemos llegar en poco más de una hora. Esta villa se enmarca sobre una enorme peña que asoma al Río Duratón. Durante siglos fue un enclave fundamental en la historia de Castilla, una historia que se recorre sin duda paseando por unas calles en las que no puedes evitar pararte, observar... y disfrutar.



En 1951 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico para proteger sus valores culturales. Entre ellos, el Museo de los fueros, la Casa del Moro, el Arco del Ecce Homo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña o la Iglesia de San Bartolomé. Probablemente uno de los lugares más fotografiados sea la Plaza de España. En ella se celebraran las ferias, mercados y corridas de toros desde 1603 hasta los años 70. Hoy es también el centro de la vida del pueblo, y en esta plaza se encuentran varios restaurantes, bares y pequeños comercios. Un poco más abajo, atravesando la Plaza del Trigo, llegarás a la Cárcel de la Villa y a la oficina de turismo.



Sepúlveda no es sólo un buen destino para amantes de los pueblos (¡y de la gastronomía!), también lo es si te gusta la naturaleza. Como hemos señalado más arriba, se enmarca en las Hoces del Río Duratón. El espectáculo visual que allí ha creado el río es precioso. No pierdas de vista a los buitres leonados que por allí habitan. No son pocos los que se acercan a la zona sólo para fotografiar a estas aves. Si te decides a hacer alguna de las rutas de senderismo de las Hoces, te encontrarás en el camino pequeñas representaciones culturales como la Cueva de los Siete Altares, la Hermita de San Frutos, las ruinas de San Julián o el Convento de Nuestra Señora de la Hoz.

Si decidís hacer noche en Sepúlveda os recomiendo hacerlo en el Hotel Vado del Duratón. Es un hotel rural con muchísimo encanto y muchos servicios (desayuno, parking, wifi, un gran salón en la recepción, una pequeña sala con libros y juegos de mesa...). El personal es encantador y muy servicial. Nos ayudaron muchísimo tanto en nuestra estancia como antes, ya que les hicimos varias preguntas a través de twitter y no dudaron en responder.


 

Todo lo que necesitas para tu viaje de Jose Manuel Antoral Cuevas

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