Viajar a Alemania: Qué ver y hacer en Múnich en un fin de semana

Hace años tuve la oportunidad de viajar a Múnich por trabajo. En aquella ocasión sólo tuve una mañana libre para dar una pequeña vuelta por el centro, y me quedó tan buena sensación, que siempre ha sido un destino al que he querido volver para disfrutarlo y explorarlo mucho más y mejor. Y por fin, en octubre de 2021, he cumplido ese deseo viajero pendiente. Creo que Múnich es una ciudad preciosa y perfecta para una escapada de fin de semana, y por eso, quiero compartir con vosotros lo mejor que podéis hacer en, precisamente, un fin de semana. Sigue leyendo y descubre qué ver y hacer en Múnich en un fin de semana.

Múnich es la capital de Baviera, situada al norte del río Isar y de los Alpes. Es la tercera ciudad más grande de Alemania tras Berlín y Hamburgo y en ella viven más de 5 millones de personas si contamos toda el área metropolitana (Casi 1 millón y medio sólo en los límites de la ciudad).

¿Cómo llegar a Múnich?

Nosotros viajamos desde Madrid en avión. El aeropuerto de la ciudad es el segundo más grande de Alemania, por lo que tiene buenas conexiones con diferentes compañías aéreas, por lo que seguro podéis encontrar una buena combinación. Una vez en el aeropuerto, hay varias formas de llegar al centro, pero os recomiendo el tren, por ser la más cómoda. Por unos 13 euros tendréis el billete de ida al centro de la ciudad y, además, os permitirá moveros por transporte público ese mismo día. El trayecto dura unos 40 minutos hasta la estación central. No tenéis pérdida: buscar la señal S-Bahn en el aeropuerto y llegaréis a la estación de tren, donde os servirán las líneas S1 y S8. Si preferís, podéis contratar vuestro propio traslado para que sea más cómodo y rápido

¿Cómo moverse por Múnich?

Tengo que decir que nosotros sólo cogimos el metro una vez. Salvo algunas atracciones turísticas algo más alejadas del centro, la mayoría puede verse caminando, algo que, por otro lado, os recomiendo porque las calles y parques de la ciudad son muy agradables.

No obstante, en el caso de necesitar transporte, debéis saber que Múnich tiene una completa red de autobús, tranvía y metro, así como bicicletas públicas. Como muchas grandes ciudades en los últimos años, también han proliferado aquí los coches carsharing y los monopatines.

¿Dónde alojarse?

Nosotros optamos por el Mercure Centre Ville, un cuatro estrellas de la conocida cadena Accor muy cerca de la estación central, lo cual nos vino muy bien para la llegada y salida de la ciudad, y también para una excursión que hicimos a Salzburgo. En apenas 5 minutos caminando se llega a una de las puertas de la ciudad en la Karlsplatz que conecta ya con el centro histórico, por lo que no se necesita transporte público.

El hotel está renovado recientemente y cuenta con instalaciones muy cuidadas: cafetería, desayuno, parking… y nuestra habitación fue preciosa... ¡Teníamos hasta un ático para nosotros!

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¿Qué ver en Múnich?

Aunque se conoce principalmente por la cerveza y el Oktoberfest, Múnich tiene mucho más que ofrecer. De hecho… ¿yo no bebo cerveza! Os voy a resumir los principales puntos que nosotros pudimos ver en un fin de semana de dos días. El tercero lo dedicamos a la excursión a Salzburgo porque no pudimos resistirnos estar a hora y media de esa preciosa ciudad y no ir, pero, si no hubiéramos hecho la excursión, ese tercer día podría haberse dedicado perfectamente a seguir viendo algunas cosas de la ciudad que nos dejamos sin ver.

  1. Marientplatz

Es el corazón de la ciudad, la plaza central que debe su nombre a la columna de María que veréis en el centro. Es una plaza imponente gracias, principalmente, al Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus), pero no únicamente a él, ya que, si das una vuelta de 360 grados a la misma, verás que está llena de edificios preciosos, como por ejemplo el Viejo Ayuntamiento (Alter Rathaus).

El Nuevo Ayuntamiento acapara miradas no sólo por su espectacular fachada, sino también por su carrillón, que ofrece una pequeña animación a las 11, 12 y 17 (los horarios suelen cambiar según la época del año, de modo que consultarlos). A dichas horas, la plaza se llena de gente mirando el carrillón que, con música, entra en movimiento representando dos historias que duran entre 10 y 15 minutos dependiendo de la melodía que toque ese día. 

Y no dejéis de subir a su torre, las vistas son impresionantes. 

  1. Frauenkirche (Catedral de Múnich)

La Catedral de Múnich es uno de los edificios más representativos de la ciudad gracias a sus dos torres, visibles desde casi cualquier punto de la misma. Esto es así porque está prohibido edificar, en la almendra central, edificios que superen los 109 metros que miden dichas torres.


La catedral tiene una historia curiosa, y es que sólo tardo 20 años en construirse, mucho menos de lo que solían tardar en construirse las catedrales góticas de la época. El motivo es que, según la leyenda, el mismo diablo visitó una noche las obras de la catedral. Por la perspectiva desde donde vio la catedral, y con la oscuridad de la noche, creyó que le edificación era en su honor, por lo que se comprometió a dotar de todos los medios necesarios para acabar la obra lo antes posible siempre que no se construyeran más ventanas. Cuando la obra estuvo acabada, volvió a visitarla y entró en cólera al ver la catedral totalmente iluminada con la luz de las vidrieras. Creyendo haber sido engañado, le preguntó qué había pasado, a lo que le respondieron que nadie la había engañado, que él pidió que no hubieran más ventanas y no se construyeron más de las que ya había, pero al haberlas visto de noche, no se percató de su existencia y efecto lumínico. Fue tal el enfado, que el diablo dio un pisotón que aún hoy es visible cuando entréis en la catedral.

  1. Odeonsplatz

Otra de las plazas principales de la ciudad. Debe su nombre al antiguo teatro Odeón, destruido en la guerra. En esta plaza podréis ver el Fedlherrhalle, o Salón de mariscales de campo, y la Iglesia de los Teatinos.

Muy cerca, el Palacio Preysing y, al lado, el callejón Viscardigasse, en donde hoy puede verse una línea dorada en el suelo como homenaje a los habitantes de la ciudad que, en tiempos de Hitler, usaban este callejón para evitar pasar por la calle principal en la que el dictador había colocado un estandarte con águila dorada y una esvástica que obligaba a cualquier que pasara por allí a hacer el saludo nazi. .

  1. Múnich Residenz

El antiguo palacio real de los monarcas bávaros es el palacio más grande en una ciudad en todo Alemania. Tiene 10 patios y 130 habitaciones en la que se pueden ver innumerables obras de arte. Necesitaréis, por lo menos, un par de horas para verlo con tranquilidad.

  1. Hofgarten

Desde algunas de las ventanas del Residenz, ya podréis ver este jardín construido entre 1613 y 1617 por Maximiliano I. Como la mayoría de las zonas verdes de la ciudad, está muy cuidado y pasear por él es una delicia. En su centro encontraréis un pabellón en honor a la diosa Diana.

  1. Englischer Garten

Como toda gran ciudad del mundo, Múnich también cuenta con un pulmón verde en forma de gran parque. Pero este, honestamente, es de los más especiales que he visitado. Ocupa una superficie de 3,7 km2 y es un no parar de verdes, árboles, patos y ríos que otorgan un paisaje precioso. 


Pero además, tiene algunas joyas como el Turn Chinesischer, una pagoda china que se ha convertido en uno de los puntos de reunión para el ocio y el esparcimiento de los alemanes. Rodeada de bancos y mesas, en ellas se puede consumir los productos y bebidas de los puestos cercanos al tiempo que se escucha la música de la banda situada en la pagoda. El ratito que pasamos allí fue precioso.

Y no dejéis de ver a los surferos que practican este deporte en el río del parque, en su entrada sur. Sí, sí, surf en el centro de la ciudad. Aprovechan la corriente del río en ese paso para deleite de propios y extraños.

  1. Viktualienmarkt

Muy cerca de la Marientplatz se encuentra este mercado de comida en el que, además de comprar productos gastronómicos y algún otro como flores o adornos, podréis degustar alguna de las especialidades bávaras de los puestos de comida. Todo, claro, acompañado de cerveza. En el centro de la plaza hay mesas y bancos en donde puedes consumir cualquiera de los productos de los puestos: salchichas, cerdo, codillo, bretzel…

Ojo: los sábados por la tarde y los domingos, no abre.

  1. Hofbräushaus am Platzl

La cervecería más antigua de la ciudad, construida en 1607. Su historia está muy vinculada a Hitler pues, se dice, que fue aquí donde se reunió con su equipo y escribió los fundamentos del nazismo. Dejando esa “oscura” anécdota de lado, la cervecería se ha convertido en todo un atractivo turístico. Siempre está abarrotada de gente tomando cerveza (claro) mientras disfruta de música en directo y una curiosa decoración. También se puede comer, pero no os lo recomiendo. Nosotros lo hicimos y la comida no es nada buena… ni barata.

  1. Otros atractivos

Como os decía, nosotros decidimos dedicar un día a hacer una excursión a Salzburgo, por lo que no pudimos ver otros atractivos de la ciudad que, por gustos personales o por encontrarse más lejos, decidimos dejar de lado. No por ello quisiera dejar de nombraros el Allianz Arena, Olympiapark, el Museo BMW o el Palacio de Nymphenburg, que suelen ser imprescindibles para muchos turistas.

  1. Excursiones que se pueden hacer desde Múnich

Con un solo día, nosotros escogimos Salzburgo, pero cuando se está en Múnich hay algunas excursiones muy recurrentes y con muy buena pinta que podéis disfrutar si vais a la ciudad más de 2-3 días:

Como veis, las opciones que ofrece Múnich hacen que sea un destino muy recomendable para pasar un fin de semana… y algo más.

Todo lo que necesitas para tu viaje de Jose Manuel Antoral Cuevas

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