Ya os comenté en anteriores post, que estaba enamorado de Liverpool. Estaba, y estoy, porque ahora he vuelto a la ciudad a pasar unas semanas y sigo fascinado. Sigo pensando que la ciudad merece mucha mejor prensa. Liverpool NO es sólo Beatles y fútbol. Os puedo asegurar que en mis dos visitas ya sumo más de 20 días aquí, y aún no he ido ni al museo dedicado al grupo británico, ni al famoso estadio de fútbol del Liverpool. Pero es que la ciudad es mucho más, y cualquier persona que no sea futbolero (como es mi caso), o incluso que no sea un mega fan de Los Beatles, puede venir a visitar una ciudad que, seguro, le va a encantar.
Liverpool tiene algo que la diferencia del resto del Reino Unido: su gente. Sus habitantes, quizás acostumbrados a recibir cada año a miles de estudiantes, son abiertos, amables, serviciales y muy divertidos. Los que estamos acostumbrados a vivir en España, a veces en ciertas ciudades europeas añoramos "movimiento", pasear por las calles a ciertas horas de la noche y que todo no parezca un cementerio. En Liverpool esto no pasa. Siempre hay algo que hacer, siempre hay bares abiertos donde tomar una copa, cantar karaoke o escuchar música en directo. Y es raro no encontrarte a nadie por la calle incluso a altas horas de la madrugada. La ciudad desprende vida por los cuatro costados.
En estos días he podido grabar un vídeo (perdón si no es muy profesional, está hecho sólo con mi iPhone), en el que resumo en tres minutos alguno de sus atractivos. Si tienes tres minutos, y quieres dar al play, me acompañarás a un paseo por Albert Dock, la Catedral Anglicana de Liverpool, la zona comercial de Liverpool 1, el Museo de Liverpool, Radio City, Cavern Club...
Liverpool tiene algo que la diferencia del resto del Reino Unido: su gente. Sus habitantes, quizás acostumbrados a recibir cada año a miles de estudiantes, son abiertos, amables, serviciales y muy divertidos. Los que estamos acostumbrados a vivir en España, a veces en ciertas ciudades europeas añoramos "movimiento", pasear por las calles a ciertas horas de la noche y que todo no parezca un cementerio. En Liverpool esto no pasa. Siempre hay algo que hacer, siempre hay bares abiertos donde tomar una copa, cantar karaoke o escuchar música en directo. Y es raro no encontrarte a nadie por la calle incluso a altas horas de la madrugada. La ciudad desprende vida por los cuatro costados.
En estos días he podido grabar un vídeo (perdón si no es muy profesional, está hecho sólo con mi iPhone), en el que resumo en tres minutos alguno de sus atractivos. Si tienes tres minutos, y quieres dar al play, me acompañarás a un paseo por Albert Dock, la Catedral Anglicana de Liverpool, la zona comercial de Liverpool 1, el Museo de Liverpool, Radio City, Cavern Club...
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