Cuando uno viaja a Corea del Sur, Seúl está siempre en el punto de mira de cualquier ruta. Es, junto con Busán, la ciudad por excelencia, y en donde encontraréis los rascacielos y las grandes calles con neones luminosos tan típicos de Asia. Pero si queréis ver una Corea del Sur más tradicional, debéis incluir en la ruta Gyeongju, la que fuera capital de la milenaria dinastía Silla y que hoy en día es un auténtico museo al aire libre por la historia que desprenden sus calles. Veamos en este post qué ver y qué hacer en Gyeongju.
Nosotros llegamos a Gyeongju desde Busan y en bus. Hay autobuses cada 20 minutos y sólo tarda 50 minutos, de modo que es un trayecto bastante cómodo. De hecho, si no quieres dormir en Gyeongju, hay excursiones diarias desde Busan.
Siendo como es una ciudad tan tradicional, os recomendaría dormir en uno de los típicos Hanok, las casas típicas coreanas y que aquí respiran más esencia que en ningún otro lugar del país. Se trata de pequeñas habitaciones con puertas correderas que dan a un jardín y en las que, por norma general, se duerme en futones en el suelo. Ten esto en cuenta si eres de los que les cuesta dormir en superficies diferentes a una cama. Nosotros elegimos el Floral Space Hanok Guesthouse y fue una experiencia preciosa. Despertar, abrir la puerta corredera y disfrutar del olor de ese jardín interior... ¡Maravilloso! He de decir que en este destino nos llovió bastante, por lo que el jardín estaba precioso (algo bueno debíamos sacar de la lluvia).
Gyeongju es una ciudad cómoda, que se puede recorrer a pie sin problema en un día. Nosotros dedicamos dos pero para poder hacer una excursión que luego os contaré. Pero centrándonos en Gyeongju, estos son los lugares que no debes perderte:
* Tumbas Daereungwon
Es bastante curiosos pasear por la ciudad y observar estos pequeño montículos que, en realidad, son tumbas de los reyes de Silla. Pasear por el entorno de las tumbas (el Tumuli Park) es ya un paseo muy agradable, pero si quieres saber un poco más, debes pasar a la tumba Cheonmachong, la más famosa y la que tiene mayores tesoros. Abre a diario de 9:00 a 22:00.
* Observatorio Cheomseongdae
De nuevo, más que el observatorio en sí, pasear por su entorno merece mucho la pena, porque es un parque precioso. En la época que fuimos (agosto), había muchísimas flores y los paisajes eran muy bonitos. El Observatorio es una torre de 9 metros y es la edificación de piedra más antigua del este de Asia.
* Palacio Donggung
Nosotros no disfrutamos del todo de esta visita porque diluviaba. Aún así, y bien cargados de paraguas y chubasquero, dimos una vuelta por este recinto que fue la residencia de los príncipes de Silla. Su posición junto al estanque dibujan, de nuevo, estampas espectaculares.
* Gyochon Hanok Village
Visitar esta aldea supone una forma muy chula de descubrir cómo vivían en la zona, ya que es un conjunto de Hanoks tradicionales en los que vas a poder descubrir más sobre la cultura de la zona. Algunas casas están abiertas para que los turistas puedan entrar, otras son ya una cafetería, tiendas...
* Templo Bulguksa
Esta es la excursión que os comentaba que hicimos en el segundo día estando en Gyeongju. Es un tempo budista Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Para llegar deberéis coger un autobús (10 y 11, salen cada 20 minutos) desde la Terminal de Autobuses o la Estación de Tren. Calculad un trayecto de hora y media y tened en cuenta los horarios del tempo (De marzo a septiembre cierra a las 18:00 pero el resto del año lo hace a las 17:00). Su visita es absolutamente recomendable. Tengo que decir que es uno de los templos más bonitos que he visto y contiene siete tesoros nacionales de Corea del Sur.
Una vez puestos en ruta, desde el Templo Bulguksa es muy común acercarse a la Gruta Seokguram, un monasterio budista dentro de una cueva situado en el monte Tohamsan. Desde Bulguksa se puede coger un bus y en una hora más otros 20 minutos en pie se llega a la gruta. Como os he dicho, no tuvimos mucha suerte en esta etapa con el tiempo, de modo que decidimos no subir porque el camino era una carretera llenita de curvas... y el cielo estaba muy muy negro.
Por cierto, si eres de los que les gusta probar la gastronomía tradicional, debes probar el Gyeongju Bread, un pequeño pan crujiente relleno de frijoles rojos. No puedo decir que me encantara, pero debes probarlo para hacerte tu propia opinión.
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