En el verano de 2022 tuve la suerte de poder volver, por fin, a mi adorada Tailandia. En el pasado en este blog ya os he contado qué ver en algunos de sus principales destinos, como Bangkok, o Chiang Mai. Pero un viaje a Tailandia no está completo sin visitar sus islas. Y si en nuestro primer viaje nos decantamos por Koh Samui y Koh Phangan, esta vez quisimos visitar Phi Phi Island, aprovechando que, dado que el país acababa de abrir al turismo tras la pandemia, probablemente la encontraríamos menos masificada que lo que nos habían comentado. Y así fue.
Os tengo que ser sincero, me gusta serlo. Phi Phi Island no es la mejor isla de Tailandia, para mi gusto, pero sí que es una visita que recomiendo, principalmente por sus alrededores. O, para ser estrictos, digamos que el conjunto natural que forman las islas Phi Phi es precioso, pero su isla principal, Koh Phi Phi Don, es una pequeña gran decepción.
Phi Phi Island es un paraíso. O eso te imaginas. A medida que te acercas en el ferry a la isla principal (en la que todos tenemos que acabar porque es la que tiene la oferta hotelera, de restauración y de ocio), y ves esa maravilla de paisaje que forman sus montañas, esa mezcla de su verde, sus rocas y el azul del agua, sientes que estás entrando en ese paraíso del que tanto te han hablado. PERO… se te pasa un poquito cuando bajas del ferry. Porque lo primero que te encuentras es… un McDonalds y un Burger King. Nuestra decepción fue mayúscula. Sí, en Phi Phi también vais a poder comer comida tradicional tailandesa, pero no es la más abundante. Por el contrario, decenas de restaurantes de pasta, pizza, kebaps… y hamburguesas, pensado para un consumo de turismo de masa muy enfocado también a la fiesta. Pero volviendo a la comida tradicional, no dejéis de visitar el restaurante Tom Yam. Riquísimo, buen precio y ella es encantadora.
Pasado este shock inicial, supimos disfrutar mucho de lo que queríamos que Phi Phi nos aportara. Elegimos un resort alejado del centro (un mareante laberinto de restaurantes y tiendas que nada tiene que ver con una isla paradisiaca), Phi Phi Villa Resort, y la verdad que fue un acierto porque la tranquilidad era absoluta y no te sentías “tanto” en ese parque temático que encontramos por isla.
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Además de disfrutar de la playa o la piscina del hotel, no dudamos en visitar el Phi Phi View Point, uno de los varios miradores que están en la montaña de la isla. En concreto fuimos al 2, ya que nos dijeron que las vistas eran mejores (desde el 1 se ve… un gigantesco hotel delante). El camino no es corto, una media hora caminando, pero es sencillo, porque hay escalones, asfalto… Eso sí, entrar a la reserva natural en la que se encuentran los miradores cuesta 30 bath (por cierto, entrar a la isla cuesta 40 bath, importe que te pedirán al bajarte del ferry). Ya arriba, nos compramos un par de refrescos en la cafetería, cogimos un buen lugar en las rocas, y nos limitamos a esperar el atardecer. No fue el mejor de nuestra vida, porque estaba algo nublado, pero aún así fue muy bonito, y sin duda os recomiendo subir aquí arriba, porque tendréis una vista total de toda la isla (incluyendo el “parque temático”).
Pero si tengo que destacar algo por encima de todo en Phi Phi Island, fue poder hacer alguna de las mejores excursiones que hemos hecho en Tailandia. Hay varias opciones, de más o menos horas y paradas. Nosotros escogimos un barco para nosotros solos que duraba 3 horas. En el trayecto, varias paradas inolvidables: snorkel en alta mar para ver peces, la Laguna Azul, Maya Beach (la playa de la película de Leonardo DiCaprio, cerrada cuando nosotros fuimos por lo que sólo la vimos desde una barrera) y la Monkey Beach, una playa llena de monos. Fue la mejor mañana de todas cuantas pasamos en la isla y ahí sí pudimos empaparnos un poco más de esa sensación de estar en un paraíso.
En Phi Phi es imposible aburrirse. Como os digo hay infinidad de tiendas, restaurantes, excursiones varias… la mayoría de resorts tienen su propia piscina, acceso directo a la playa… y, por las noches, muchos de los bares pegados a la playa organizan un show de fuego que merece la pena ver.
Thailandia es todavía uno de mis destinos pendientes.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir estos lugares.