Yo soy de los que se marea en los barcos. Pero siempre he tenido claro que, si viajaba a Vietnam, tenía que tomar, sí o sí, un crucero por la Bahía de Ha Long. Por suerte, en la ruta que Vietnam Airlines preparó en el Press Trip en el que he participado, este atractivo turístico y natural estaba incluido.
La Bahía de Ha Long es un paraje natural espectacular. Y no uno cualquiera: es una de las siete maravillas naturales del mundo, además de Patrimonio de la Humanidad desde 1994. Y merece ese título con creces. Lo forman miles de islas, de un número indeterminado porque, en función de la marea, pueden parecen más o menos. Aguas cristalinas, islotes verdes, amaneceres y atardeceres mágicos… Ha Long es una parada imprescindible en toda ruta a Vietnam que se precie.
La llegada al puerto de Ha Long la hicimos en bus desde Ninh Bihn, en unas 3 horas de trayecto. Es, en todo caso, una excursión que típicamente se hace desde Hanói, tanto para pasar un día como para un crucero de una noche. Antes de llegar, paramos en una fábrica de perlas en la que te enseñan el proceso de cría y fabricación de las perlas, así como el modo en el que llegan a ser transformadas para su venta en forma de joyas y otros utensilios. Es un mercado total, pero, aunque no compres, merece la pena parar y conocer el proceso.
Nuestro crucero fue a bordo del La Regina Grand Cruise. Para llegar, primero llegas a un lounge que la compañía tiene en el puerto. Allí puedes tomar una bebida de bienvenida mientras esperas al resto de pasajeros y a la hora establecida en la que se parte en un pequeño barco rápido hasta el interior de la bahía, en donde espera imponente el barco.
La llegada fue impresionante, porque todo el personal del barco estaba esperando para recibirnos. Y lo hicieron con tambores, bandera… saludando a todo el mundo… y con otra bebida de bienvenida. Sólo lleva 1 minuto en el barco y ya estaba alucinando.
Del barco comentar que tenía 4 plantas, en las que se encuentran todos los camarotes, entre los que también hay una suite y uno tipo dúplex. Además, un restaurante en la primera planta, otro en la cubierta, jacuzzi… Y por si el barco se te hace “pequeño”, no te preocupes porque dentro del crucero se incluye un completo programa de actividades con varias excursiones por la zona.
El camarote fue una pasada, con una cama enorme, un balcón con hamaca y unas vistas increíbles y un baño súper completo con ducha pero también con una bañera pegada a un gran ventana para bañarte con vistas.
La oferta gastronómica fue muy buena. Si bien nosotros fuimos con menú cerrado, también había opciones de carta. Especialmente divertido fue la cena porque comenzó con un mini curso de cocina (aprendimos a hacer rollitos vietnamitas) y terminó con un buffet que incluía una exquisita barbacoa.
Como os decía, la estancia en el crucero se completa con un montón de actividades: el ya citado mini curso de cocina, clases de taichí al amanecer, pesca nocturna… Además, nos llevaron a Cat Ba island, para visitar la cueva Trung Trung Cave y a hacer kayak en una zona preciosa en la que también se podía elegir ir en un bote con remeros locales. Evidentemente, aquí la naturaleza es protagonista de todas las actividades. Y no es para menos porque es precioso.
Me guardo la Bahía de Ha Long en el recuerdo para siempre.
* Este viaje ha sido un presstrip de Vietnam Airlines. Sin embargo, ello no implica que mis opiniones estén condicionadas, y se basan siempre en mi experiencia real y sincera.
La verdad es que el camarote es impresionante. Nadie diría que esta en un barco.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir estos lugares.