Viajando a Suiza: Qué ver en Ginebra


Hace unos días os conté lo cara que es Ginebra, la ciudad que he visitado en mi último viaje navideño. Además, os he relatado las excursiones que desde allí hicimos a Annecy, Lausanne y el Castillo de Chillón. Pero me faltaba hablar de la propia Ginebra más allá de su precio. Vamos a ello.

Me gusta ser correcto, y no disfruto siendo crítico, pero en el fondo esto es un blog de viajes, personal, en donde os cuento mis experiencias y cómo he vivido yo mis escapadas. Y si lo que cuento os puede servir... pues mejor. Por ello me da un poco de pena tener que ser crítico con una ciudad que, además de cara, no ocupará una buena posición en mi lista de ciudades preferidas.


Además de Ginebra, y de las ciudades antes citadas, de Suiza conozco Zurich, Shchaffhausen, Basel o Luzerna. Y tengo que decir que Ginebra es, sin duda, la más fea y aburrida de todas ellas.

Lo mejor que tiene es el Lago Lemán, con su siempre presente gran chorro, el Jet d'Eau. La vista del lago, con sus patos, cisnes y barcos que lo cruzan, es realmente agradable, y pasear alrededor del mismo te dejará muy buen sabor de boca (y dependiendo de la época, frío en el cuerpo...).

El centro no es todo lo entrañable que suelen ser los pueblos y ciudades de Suiza. Su calle comercial no tiene demasiada personalidad, pero al menos es una de las zonas más animadas de una ciudad que, como dije antes, no destaca por su animación. Eso sí, no dejes de visitar Globus, sus grandes almacenes, que tienen una zona gourmet en la planta baja espectacular.



Cerca del centro comercial, eso sí, es imprescindible visitar el centro viejo, en donde encontramos los principales edificios históricos, como la catedral, el Museo de Historia, el Gran Teatro de Ginebra, Victoria Hall o la Sinagoga Hekhal Haness.

Deberás coger el tranvía para ir a la sede de Naciones Unidas. Para visitarlo deberás contratar una de las visitas guiadas que organizan. En todo caso, y aunque no tengas visita, merece la pena acercarse, ver e el edificio y la célebre escultura de la silla rota. Además, muy cerca, se encuentra el Jardín Botánico, gratuito, por donde puedes dar un agradable paseo.



Ya que hablamos de parques, con vistas al lago se encuentra el Parc La Grange, y más en el interior de la ciudad, el Bois de la Baite, más salvaje, más bosque y en cuyo interior hay un pequeño zoo que se puede visitar gratis.

Por último, recomendar también el barrio Carouge, el barrio bohemio y de moda de la ciudad. Cuando lo visité la verdad es que estaba muerto, pero es una parte de la ciudad muy bonita por sus edificaciones.

En resumen, como veis, a pesar de que he afirmado que no es una ciudad especialmente bonita, tiene cosas que aportar y que te asegurarán, como poco, pasar un día en la ciudad. Eso sí, teniendo en cuenta lo cara que es, yo no tendría Ginebra como una ciudad principal en tu viaje, sino más bien como un destino de excursión desde otras.

Vuelta a casa tras una escapada de fin de año a Ginebra donde, lo mejor, ha sido visitar Annecy, Lausanne y Montreux. Os dejo estas fotos de Ginebra como adelanto

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